El otro día, en mi clase de 1º de Primaria de mi centro de prácticas trabajamos un corto llamado "El cazo de Lorenzo", que está basado en el cuento de Isabelle Carrier, y fue una experiencia muy enriquecedora y me gustaría compartirla.
Lorenzo es un niño que lleva un cazo colgado del brazo y va con él a todas partes, no se lo puede quitar. El cazo le dificulta llevar una vida normal porque lo va arrastrando y va haciendo ruido, la gente le trata mal, se tropieza, le cuesta subir al tobogán... No puede hacer lo que hacen los otros niños y llega un momento en que Lorenzo no aguanta más y se da por vencido. Afortunadamente, aparece alguien que lo trata bien, le da apoyo y le ayuda a vivir con el cazo.
El cazo de Lorenzo es un cuento metafórico sobre las diferencias entre los niños. Especialmente el cazo simboliza una discapacidad o deficiencia que hace a Lorenzo diferente de los demás y le dificulta llevar la misma vida que ellos. Esta historia va de aceptación, por parte de uno mismo y también de los demás.
Cuando lo pusimos en clase, a la mayoría de los niños les costó entenderlo. Algunos preguntaban "y por qué no se quita el cazo?" y la profesora les estuvo explicando que el cazo era un símbolo de un problema de un niño y no se lo podía quitar. Entonces, cuando lo hubieron entendido, les preguntó si conocían a algún niño con un cazo (y mencionaron a un compañero de su clase) y que qué podían hacer ellos para ayudarlo.
El cazo de Lorenzo es una historia sencilla y bonita para trabajar el respeto a la diversidad en el aula con nuestros alumnos, o en casa con nuestros familiares, que merece la pena.
Elena
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